FARMACIA HOMEOPATICA
A diferencia de la prescripción médica alopática, que se basa solo en los signos característicos de la enfermedad; la homeopatía lo hace en los signos clásicos y además en las características individuales del enfermo. Por ello se dice que no existen enfermedades si no enfermos. El médico homeópata hace una evaluación integral del enfermo teniendo en cuenta no solo sus síntomas físicos sino también sus características personales y sus síntomas mentales, los cuales tienen mucha importancia; a partir de esa exhaustiva evaluación hace la prescripción la cual es personal.
La receta homeopática es aquella destinada a un paciente en su individualidad.
Estas se preparan con principios activos de diferente origen: vegetal, animal, mineral o químicas, que a diferencia de la alopatía han sido experimentadas en el hombre sano.
A partir de 1790 Christian Samuel Federico Hahnemann, médico químico y toxicólogo alemán, constata, al traducir la Materia Médica de Cullen las semejanzas entre los síntomas del paludismo y el cuadro toxicológico de la quinina, el principio de similitud (Similibus curenter) que dice: “por el similar la enfermedad se desarrolla y por el similar la enfermedad es curada”. El doctor Hahnemann realiza las experiencias con sustancias en estado puro (como la naturaleza las ofrece) y al observar efectos tóxicos o desagradables comienza a diluirlas, las que eran solubles, en vehículo hidroalcohólicos, o en lactosa las insolubles, y las somete al proceso de dinamización (dilución y sucusion). Se usan tres escalas para llevar a cabo las dinamizaciones en las cuales varía la Fuerza Medicamentosa y se identifican de la siguiente manera:
• Escala Centesimal Hahnemanniana, CH.
• Escala Decimal, D o X.
• Escala Cincuenta milesimal, L/M.
Una vez preparadas las dinamizaciones en farmacias homeopáticas especializadas, se transportan en vehículos inertes para formar las diferentes formas farmacéuticas. El paciente recibe, según prescripción médica, glóbulos, tabletas, microdosis, papeles, colirios, bebidas, y/o gotas.
La vía de administración en general es sublingual y la conservación es al abrigo de la luz y del calor
